El pasado 12 de junio, el presidente del Gobierno,
Pedro Sánchez, en una entrevista dada en la Televisión Española, lanzó un
ultimátum al Partido Popular acerca de la renovación del Consejo General del
Poder Judicial.
En este ultimátum ponía un plazo (final del mes de junio) al
Partido Popular, para que accediera a llegar al acuerdo de la renovación. De no
haber un acuerdo en ese plazo, aseguró que resolvería el asunto por la vía
ejecutiva y con el apoyo legislativo del Congreso de los Diputados.
Después de esa intervención quedó claro que la manera de
hacerlo sería retirando algunas de las funciones esenciales del Consejo
pendiente de renovar.
Para el Partido Popular y sus defensores no era un ultimátum
era una amenaza, y así lo hicieron saber, a la vez que aseguraban que no
aceptaban amenazas de nadie.
Supongo que usted ya sabe que el Consejo General del Poder
Judicial lleva 6 años sin renovarse, cuando la ley dice que se ha de renovar
cada 5 años.
Supongo que también sabe que tradicionalmente es el PP el que
ha retrasado hasta 3 veces esa renovación, desde que existe el Consejo de la
Judicatura.
Supongo que sabe que suele hacerlo cuando la renovación
coincide con mayorías parlamentarias que no le son favorables, ya que prefiere
esperar un poco a ver si cambia la cosa, a ver si entre tanto llegan nuevas
elecciones generales y obtienen mejor resultado.
Supongo que usted ya sabe que en esta ocasión lleva casi 11
años disfrutando de una mayoría de jueces en los tribunales superiores de
justicia, en vez de los 5 años que le habrían correspondido de haber aceptado
la renovación del Consejo en el año 2018, que es cuando correspondía hacerlo, de
acuerdo con la ley.
¿Recuerdan que en el episodio anterior peguntaba si
sabían cómo se nombran los vocales de ese Consejo?
¿Y recuerdan que recomendé visitar algunas páginas
webs donde sin duda encontrarían la respuesta a esa pregunta?
Pues bien, es hora de que hablemos de ello.
¿Qué es el CGPJ?
El Consejo General del Poder Judicial es el órgano de
gobierno de los jueces. Se compone de 20 miembros, y lo preside el vocal que
sea elegido en el Pleno del Consejo tras su renovación.
¿Cómo se nombran los vocales que componen el Consejo General del Poder Judicial?
Se nombran 20 vocales, 10 se eligen en el Senado y 10 en el
Congreso. De los 10 vocales elegidos en cada cámara, 6 deben ser magistrados y
4 juristas de prestigio.
Los candidatos a vocales son propuestos por los partidos o
por asociaciones o grupos de jueces, pero cada vocal elegido, sea magistrado o
jurista, debe ser aceptado como mínimo por esas 3/5 partes de la cámara.
Es decir, cada vocal elegido por el Congreso debe contar con
una mayoría de al menos las 3/5 partes de los diputados.
Por su parte, cada vocal elegido por el Senado debe contar
igualmente con la misma mayoría de las 3/5 partes de los senadores.
De la necesidad de lograr esta gran mayoría se puede deducir
que sólo un amplio acuerdo entre los partidos mayoritarios en una y otra cámara
puede garantizar la renovación. Así que,
si uno de esos partidos se niega en redondo o exige cambios inasumibles por el
otro, la renovación no se produce y se alarga durante largos periodos de
tiempo, causando daños a la institución, al conjunto de la judicatura y al
estado.
El hecho de que la elección sea de esta manera ha derivado en
una realidad en la que la política interviene con todo su poder en la
conformación del órgano de gobierno de los jueces, por mucho que se pretenda
tapar y por mucho que se hable de la separación de poderes.
Además, con el tiempo, ha acabado apareciendo la división
práctica del propio Consejo en dos bloques bien diferenciados, de los cuáles no
cuesta mucho hacer cábalas y suponer el origen de cada uno de los bloques, cosa
que se expande al conjunto de los organismos de la judicatura. A un bloque se
le conoce como el bloque “conservador” y al otro como el bloque “progresista”.
¿Cuáles son las funciones del CGPJ?
En la Constitución están señaladas las principales
funciones del CGPJ: nombramientos, ascensos, inspección y régimen disciplinario.
En la Ley Orgánica del Poder Judicial (LOPJ) se
detallan estas funciones.
Quizás la más relevante sea la del nombramiento de los
altos cargos judiciales, que puede hacerse de forma discrecional por parte del
Consejo.
Eligen a los magistrados del Supremo y cargos de la
Audiencia Nacional, de los tribunales superiores de justicia autonómicos y de las
audiencias provinciales.
Estos nombramientos son la principal causa por la que
los partidos políticos pelean para conseguir colocar sus candidatos en el CGPJ,
ya que tener mayoría en el Consejo supone tener en los altos cargos judiciales
a jueces afines.
Quien quiera creer que el poder judicial es
independiente del poder legislativo que lo crea. Es su problema. Pero quienes aseguran
y defienden contra viento y marea que en estos momentos el poder judicial no
está intervenido políticamente, y asegura que el bloque político/judicial
contrario pretende utilizar a los jueces a su conveniencia, mientras que su bloque
no lo hace…
pues quienes dicen eso, están cegados por la
militancia o por la ignorancia.
Este asunto, visto desde el lado receptor de la
comunicación, desde la sociedad sentada que mira y escucha los telediarios, no
deja ninguna duda:
Las leyes están para cumplirlas, y los legisladores
son los primeros que tienen que respetarlas.
Encontrar ventajas y jugar con ellas puede ser una
estrategia válida en política, pero es un abuso.
Alargar una situación de demolición democrática
durante tanto tiempo, apoyándose en la debilidad de una ley o de un conjunto de
leyes y circunstancias, y luego acusar al contrario de querer hacer lo mismo, y
además poner eso como un motivo para no acceder a la renovación es absurdo. No
tiene justificación ninguna ni tiene cabida en personas con un mínimo de
honestidad. El tiempo tendrá que dar alguna vez una respuesta contundente.
Mantener un puñado de vocales, que poco a poco va menguando (de hecho, ya ha menguado el actual Consejo,
pues de los 20 nombrados en 2013 ya solo quedan 16) es una actitud despreciable.
Hacerlo como si no fuera con ellos es todavía peor.
Sí va con ustedes. Sí va. Dejen de disimular, dejen
de mirar para otro lado y sobre todo dejen de aprovecharse de una situación
complicada, porque algo de culpa también es de ustedes, que han legislado con
mayoría absoluta durante tiempo suficiente para haber cambiado algunas leyes y
normas que sean eficaces para tratar este asunto. No lo han hecho, a pesar de
sus promesas, cuando pudieron hacerlo, y no lo hicieron porque no quisieron,
porque la situación les favorecía. Solo hablan de cambiar las leyes cuando la
situación no les favorece, o sea, cuando no gobiernan con mayoría absoluta.
Incluso se ríen cuando alguien les pregunta. Se ríen
porque tienen suerte, porque las circunstancias les favorecen en este caso. Se
ríen porque no les importa deteriorar el sistema si con ello consiguen seguir
teniendo el control del poder judicial en sus manos.
Otra función del CGPJ de gran relevancia política es
que el Consejo decide los anteproyectos de ley que deben ser sometidos a su
dictamen. Una manera de controlar al legislativo.
En general sus funciones son muy amplias y abarcan muchos
aspectos, entre ellos los aspectos propios del trabajo judicial, como pueden
ser el control de las jornadas y las tareas de los jueces. Y, por supuesto,
acordar los nombramientos y determinar sanciones disciplinarias.
La elección de los magistrados del
Tribunal Supremo y los cargos de la Audiencia Nacional, la de los magistrados de
los tribunales superiores de justicia de las autonomías, y las de los
magistrados de las audiencias provinciales son competencia del
CGPJ. Un Consejo, por cierto, donde la mayoría la tiene el llamado "bloque
conservador" y que ha realizado en funciones más de 70 nombramientos.
Sabemos poco. Pero sabemos lo suficiente para
preguntarnos.
¿Qué opinan los actuales miembros del CGPJ de todo
esto?
¿Tiene su permanencia en el Consejo un sesgo
político?
¿O se debe más bien a intereses particulares?
¿Están cómodos mientras se mantienen tantos años en
funciones?
¿Si no les agrada la situación por qué no dimiten en
bloque?
¿Saben que en otro momento ya se dio una situación
similar y hubo una dimisión masiva de vocales que obligó a la renovación
inmediata?
Y aún quedan muchas preguntas en el aire, y mañana
pasarán al olvido, porque ayer, 26 de junio, a cuatro días de finalizar el
plazo del ultimátum lanzado por el presidente del gobierno, desde Bruselas
llegó la noticia de que los dos partidos mayoritarios habían llegado a un
acuerdo para renovar el actual Consejo General del Poder Judicial.
Qué fácil resulta todo cuando hay voluntad, con o sin
amenazas.
Veremos que pasará en 2029, la nueva cita. ¿2029? ¡Qué pereza! ¿No?